Despúes de doce años viviendo y trabajando en Estados Unidos, se me hace cuesta arriba acordarme de que tengo una lengua materna. Aunque las oportunidades para sacar a pasear el español son muchas, siempre termino pensando y escribiendo en inglés debido a mi entorno. La mayoría de las veces puedo “switch” entre los dos idiomas sin problemas, luciendo mi mas perfecto Spanglish con aquellos que conocen ambos vocablos pero de vez en cuando se me tranca la máquina inglesa y se me va el hilo. En esos momentos me endiabla tener que parar a enebrar la aguja para poder seguir laborando. Ugh.
Definitivamente, se me hace más fácil discutir en español. Este idioma tiene infinitas maneras finas de enviar a la gente al carajo, con todo el respeto que se merecen.
Lo mas “cool” de que me “saquen por techo” es que las palabras que forman mis oraciones cobran vida, y se entienden, por el uso del Spanglish colonial. Cuando voy a llenar papeleo oficial en cualquier estado de la costa oeste. Si no logro encontrar una prueba contundente para que el gringo entienda que Puerto Rico es parte de Estados Unidos, hay una ventana que me da la oportunidad de hacerlo en español, con un alma benévola que entiende nuestra situación de colonia. No sé porqué la gente le tienen miedo a latinizar a “América” pues eso ya lo lograron los conquistadores. Me da pena que vean hablar otro idioma como un insulto a la gran nación Estado Unidense. Nadie es de aquí, excepto los indios, y su lengua no se asemeja a la anglosajona ni por pura coincidencia.
Quizás el que desea quedarse ignorante no entiende el valor de conocer mas de una manera de comunicarse, o no tienen la pasión necesaria para sobrevivir un argumento con una mujer u hombre de herencia cultural hispana. Por eso prefieren que todo sea en English. Igual les ganamos el argumento, la desventaja definitivamente la tiene la casa por ni siquiera entender que el que aprende inglés lo ha estudiado y tiene mejor vocabulario que el average Joe.
Hablar español es una bendición. Como es el tercer o cuarto idioma mas comúnmente aprendido (materna o de segunda lengua, Wikipedia), se escucha y lee a través del globo terráqueo. Los imperialistas y exploradores de España se encargaron de dejar su marca cultural hasta en el medio del Amazonas y no es difícil toparse con alguien que sepa castellano, en especial cuando se es Puertorriqueño. Estan hasta en la luna. Quizás por eso es más genuino el gesto de molestarme en Boricua. Nadie se mete con uno después de reconocer nuestro acento. La furia de los descendientes de Agüeybaná es legendaria.
Mandar a la gente al infierno en inglés no suena tan devastador como los chancletasos de una madre.
Ya quisiera yo poder argumentar con todos estos energúmenos en la oficina y la calle cualquier tema en mi primer y mas querido idioma. Mi computadora se conoce mis plegarias y ruegos en español ya, pero pues no tengo la dicha de que me conteste pa atrás. No tiene un Siri. 😂 Decirle a alguien “idiot” o “a-hole” no es igual ni se siente tan satisfactorio como decirles pendejos o huele estacas. Los viles mamaos se salen con la suya ¡Coño, ugh! A la larga “dropping the mic” nunca reemplazará un buen ¡Puñeta!
Extraño la raza…